domingo, 17 de octubre de 2010

PUEBLOS INDIGENAS DE VENEZUELA. ETNIA PEMON (QUINTA PARTE)

SERES DE IMORONEK

Los pemón consideran como enek a los seres selváticos, enemigos del hombre, pero también a los seres fantásticos que pueden ser tanto favorecedores como aliados del mal. Todos ellos comparten una potencia maléfica conocida como imoronek, presente también en algunos frutos y animales aparentemente comestibles. Se cree que los mas susceptibles a los efectos del imoronek de los alimentos son los padres de niños recién nacidos, por lo que deben mantener una rigurosa dieta; de lo contrario los infantes podrían sufrir mal carácter, enfermedades e incluso hasta morir. Entre los enek mas conocidos están:

Amariwak: se trata de un enek que habita en las lagunas, cascadas y dentro de los arboles; desde su morada grita y quien se pare a escucharlo puede sufrir ataques epilépticos, alucinaciones y desfallecimientos. Suele presentársele a los hombres con apariencia femenina y a las mujeres con apariencia de hombre, provocando en ellos enamoramientos neuróticos. Para curar el mal de Amariwak los paisan emplean ají picante y olores ácidos y desagradables, al tiempo que azotan al enfermo con ramas de amaradek, que es una palma de muchas espinas. El tarén o invocación mágica para curar este mal nombra al abejorro, arekuima; a la zorra, iworok; al puercoespín, aruk y a la hormiga veinticuatro, irak.

Amayikok: es un enek que habita en cerros y selvas, se dice que tiene forma de pájaro, pero que se aparece con aspecto humano; se le atribuyen efectos similares a los de Amariwak y se le combate con los mismos remedios. Los indígenas suelen picarse con ají, antes de entrar a los bosques, para mantenerse alertas y no sucumbir a los amayikok

Anwona: es un enek al que también se le conoce como Kasanak ó Etito y se identifica con el Rey Zamuro. Se le invoca en el tarén contra la calvicie, pues se considera que es una enfermedad con que los zamuros pagar a los cazadores que les dejan pedazos de su cacería para que los carroñeros sacien su hambre.

Aramari: es un enek descrito como un ser con cabeza humana y cuerpo de serpiente por ser hijo de una mujer pemón y una serpiente

Aravenanko: es un enek nocturno, de tamaño superior al de la Danta; se le recuerda por haber pasado toda la noche tragando y expeliendo a un muchacho que salió a la selva a buscar a su hermanita, que se había peleado con su mamá
Awoineripue: es otro bicho nocturno que chupa la putrefacción de los cadáveres; se le llama también Seipán

Orodán: se le llama así al alma del difunto, que estando ya separada del cuerpo regresa a su casa casi invisible para hacerse visible poco a poco. Pero también se le nombra de esta forma a un ser maligno que solía aparecérseles a los pemón para enseñarles tarén.

Embatapiyu: es un enek que durante la noche se cuela entre los hombres que salen a pescar; logrando que estos no lo reconozcan por su cara roja; luego los devora, usan el morrocoy como hacha

Mawari: son súbditos de Rató, viven en los cerros, bajo las piedras y entre las nubes; se enojan cuando se derrama el caldo al alcanzar su hervor o cuando se arrojan al agua cascaras de cambur, piña o restos de comida con picante. Se manifiestan a través de vientos huracanados

Oköyomü: es una culebra gigantesca que habita en el fondo de las aguas, a quien toque o muerda puede causarle parálisis o gangrena. También se le llama así al Arcoíris.

Piaimá: es un enek muy nombrado por los pemón, se le describe como alto, calvo y de formas extravagantes; habita en los barrancos; tiende trampas en las montañas; en sus orejas posee grandes perforaciones en donde guinda a sus víctimas para luego devorarlas; su sonido característico es iiiiiiiiiiiii. También se le nombra Taitai

Rató: es el señor de los mawari de agua, elemento del cual es el dueño y habita como persona, con su casa, conuco, familia y animales domésticos. Mora en las aguas profundas y se vale de los remolinos para atraer a sus víctimas.

Taputapuka: se le llama también Eunakopire que significa nariz roja. Tiene una sola flecha y se le identifica como el progenitor de los siriana un grupo yanomami del alto paragua con fama de bravos. Existen leyendas que se refieren a Taputapuka como devorador de mujeres a las que atrae con regalos de cacería, ya que es muy buen cazador

Tomado de la Enciclopedia: Pueblos Indigenas de Venezuela. Coleccion Bicentenario.

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